GOLPE MILITAR DE 1976

De esta manera se encontraba Argentina antes del golpe …

Diario La Razón, 23 de Marzo de 1976.

Fue en la noche del 24 de Marzo de 1976, cuando María Estela Martínez de Perón, que ocupaba el sillón de Rivadavia por aquellos tiempos, fue destituida de su cargo  y puesta en arresto domiciliario durante más de cinco años, primero en la residencia de El Messidor, Neuquén y luego en una quinta en la localidad de San Vicente, ubicada en el conurbano de Buenos Aires. Fue destituida por un levantamiento militar, a cargo de las tres fuerzas armadas argentinas lideradas por: Jorge Videla, a cargo del ejército, Emilio Massera, a cargo de la marina y Orlando Agosti, a cargo de la aeronáutica.
Ellos formaron la llamada “ Primera Junta Militar” que instaló una dictadura que luego fue autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional”, que según ellos era para poner orden que carecía el país desde el gobierno anterior y terminar con la guerrilla.
Durante los años siguientes  hubo tres juntas militares más a cargo del poder.  Siempre los primeros, jefes del ejército, eran quienes asumían como presidentes de factos.
La segunda junta militar,  duro de 1979 a 1981, donde quien estaba a cargo del ejército era Roberto Eduardo Viola, Armando Lambruschini a cargo de la Armada Nacional Argentina y Omar Domingo Rubens Graffigna, al mando de la fuerza aérea Argentina.
De 1981 a 1982, conformaron la tercera junta militar, Leopoldo Fortunato Galtieri, quien estaba frente al ejército, Jorge Isaac Anaya, frente a la Armada Nacional Argentina y Basilio Arturo Ignacio Lami Dozo, frente a la fuerza aérea Argentina.
Por último de 1982 a 1983, Bignone como presidente (único que no integro la junta), Cristino Nicolaides, jefe del ejército Argentino, Ruben Oscar Franco, jefe de la armada de la República Argentina y Augusto Jorge Hughes, jefe de la fuerza aérea Argentina.
De esta manera se sucedió la época más tormentosa de nuestra Nación que duro hasta 1983 y fue apoyada por partes de la sociedad muy importante, de nivel económico alto, nacional e internacional y por la iglesia católica.
El gobierno de facto se encargo entre tantas cosas, de todos los medios de comunicación masivos, imponiendo sus ideologías sin dar lugar al resto, dejando así a la libertad de expresión como un simple mito. Es así que los medios colaboraron a que la sociedad piense que el golpe era la única alternativa para salir de la crisis.
 Por otro lado, se clausuro el congreso Nacional, se reemplazaron a todos los miembros de la corte suprema por jueces que eran seguidores del nuevo régimen, se instaló el terrorismo de estado, donde todo aquel que se oponía a los pensamientos y acciones del gobierno, que reclamaba por sus derechos, que quería luchar por ser libre, porque su sociedad lo fuera, era en principio secuestrado, torturado de las maneras más crueles y (en su mayoría) luego desaparecido, asesinado.
Fue una época caracterizada por la censura en muchos aspectos: se cerraron facultades como la de psicología, la de antropología por considerarse subversivas, se levantaron programas de televisión, se prohibieron cualquier tipo de actividad política y hubieron allanamientos  de sindicatos. Se caracterizó por la manipulación de la información, el abuso de poder, los “toque de queda”, donde nadie podía salir de su cada después de las diez de la noche, se utilizaron centros clandestinos de detención donde se produjeron detenciones y adopciones de niños ilegales, bebes nacidos en cautiverios y otras violaciones a los derechos humanos que terminó con 30.000 desaparecidos.